Los museos de Londres son uno de los muchos atractivos de esta ciudad vibrante y cosmopolita que abierta a todas las culturas sabe, como pocas, guardar inalterable su esencia. La vida cultural de Londres ofrece tantas posibilidades que será difícil no encontrar algún interés personal. Entre esa oferta cultural destacan sus numerosos museos. Hoy nos acercamos a diez museos de Londres. De los más grandes a los más pequeños, con la certeza de que nos dejaremos en el camino más de una perla magnífica. Pero volveremos, Londres es una ciudad que siempre merece un viaje.
Edificios espléndidos con contenidos magníficos recorren la historia de la humanidad a través del arte, la ciencia, la arqueología, la etnografía, o miran al cielo desde el meridiano de Greenwich, donde se mide el tiempo. Todo un universo al alcance de todos, porque esta oferta es en la mayoría los casos gratuita.
The National Gallery, una magnífica clase sobre arte accidental
Este es el principal museo de arte de Londres. En realidad es una pinacoteca. Su exposición de pintura recorre un espacio de tiempo que va desde 1250 a 1900, transitando un camino que lleva a muchos de los más importantes logros de la pintura occidental. Obras esenciales de autores como Giotto, Rafael, Piero della Francesca, Jan van Eyck, Masaccio, Botticelli, Leonardo da Vinci, El Greco, Tiziano, Rubens, Caravaggio, Anthony van Dyck, Vermeer, Velazquez y su sensual Venus del espejo, Goya, Cézanne, Monet, o Van Gogh entre otros. Hay sólo uno de J. M. W. Turner, nada menos que Lluvia, Vapor y Velocidad.
Inaugurada en 1824, su colección reúne más de dos mil trescientas obras en su mayoría europeas. Es uno de los museos de arte más visitados del mundo después del Museo del Louvre de París, el British Museum también en Londres, y el Metropolitan Museum of Art de Nueva York.
The National Gallery es una entidad sin ánimo de lucro que se creó con voluntad didáctica para facilitar el acceso al arte de todas las clases sociales. Su colección pertenece al pueblo inglés, y a diferencia de otros importantes museos de Europa, como el Louvre parisino o el Prado de Madrid, no se nutre de la nacionalización de las colecciones reales. Depende del Departamento de Cultura cuyas aportaciones del presupuesto nacional formaron la colección permanente. Ha recibido a lo largo de su historia donaciones de coleccionistas, y aportaciones económicas como la del magnate sir Paul Getty que donó en 1985 cincuenta millones de libras. Aunque es gratuito, al igual que otros museos de Londres, cobra entrada en algunas exposiciones temporales.
Del edificio que diseñó William Wilkins, sólo queda sin tocar la fachada que da a Trafalgar Square (en la imagen de cabecera). Las ampliaciones que fueron necesarias con posterioridad cambiaron el aspecto del primitivo edificio.
The British Museum, un imprescindible entre los museos de Londres
The British es otro de los museos de Londres que aparece entre los más visitados del mundo. La diversidad del conocimiento que abarcan sus colecciones pasa por la arqueología, la historia, el arte o la etnografía. Es sobre todo un museo de antigüedades.
Inaugurado en enero de 1759, su fundación fue posible gracias a la donación de la importante colección privada de sir Hans Sloane, médico y naturalista británico que además de cuarenta mil libros, miles de manuscritos, y obras de Durero, dejó su colección de ciencias naturales y medicina, antigüedades de Egipto, América, Oriente Medio y Extremo Oriente. A la que se sumaron bibliotecas de intelectuales, anticuarios, y colecciones como la de sir William Hamilton, embajador británico en Nápoles, que incluía piezas de Grecia y Roma.
¿Con qué nos encontramos en este neoclásico edificio levantado en el barrio londinense de Bloomsbury? Con un hilo conductor de la historia del ser humano que expone la mayor colección de arte egipcio del mundo, después de la del Museo Egipcio del Cairo. The British Museum tiene la famosa Piedra Rosetta, gracias a la que se consiguió la clave para entender los jeroglíficos egipcios. En él siguen (y parece que seguirán mucho tiempo) los Mármoles de Elgin, más conocidos como los Mármoles del Partenón, donados por el conde de Elgin en 1816, y las esculturas del Mausoleo de Halicarnaso. Arqueología islámica y oriental. La mayor colección de porcelana china de Europa, y entre otras muchas joyas hay un Moái Hoa Hakananai’a, llevado directamente desde Isla de Pascua chilena, o una importante colección de arte cicládico
El Gran Atrio de la Reina Isabel II, diseñado por el estudio de Norman Foster, es una de las últimas ampliaciones del British, inaugurada en el año 2000. Este atrio es la plaza cubierta más grande de Europa.
Natural History Museum, un luminoso centro de la historia de la naturaleza.
¿Te interesan la botánica, la entomología, la mineralogía, la paleontología o la zoología? Si la respuesta es sí, no te puedes perder este magnífico museo de Londres. Un paraíso para los más pequeños. En su salón central te recibirán los esqueletos de diferentes dinosaurios. El más famoso es «Dippi», un enorme Diplodocus. También resulta impactante un mastodonte encontrado en la Laguna de Tagua Tagua de Chile. Podrás disfrutar de La fuerza interna (The Power Within): Una experiencia interactiva que muestra las causas por las que se producen los terremotos y las erupciones de los volcanes.
Situado en Exhibition Road, en Kensington, el eje central del museo está alineado con la torre del Imperial College de Londres y con el Royal Albert Hall y el Albert Memorial más al norte, formando parte del complejo conocido como Albertopolis. Su entrada es gratuita.
El Natural History Museum tiene una colección de más de setenta millones de especímenes y objetos que recorren varios campos de la historia natural. El edifico fue levantado entre 1873 y 1880 por Alfred Waterhouse que diseñó las fachadas en estilo neorrománico. Es conocido como «La catedral de la Naturaleza», por la interesantísima colección y por la ornamentación de sus muros, inspirada en motivos de la naturaleza.
The Victoria and Albert Museum, una joya entre los museos de Londres
Este es uno de nuestros favoritos entre este derroche de conocimiento que son los museos de Londres. El Museo de Victoria y Alberto, está dedicado esencialmente a las artes decorativas y a las bellas artes. Se encuentra como el de Historia Natural, en la zona conocida como Albertopolis y ofrece grandes recursos a los estudiantes de diseño al ser el contenedor de la colección nacional británica de artes aplicadas.
El edificio, de arquitectura victoriana, tiene una superficie de cuarenta y cinco mil metros cuadrados, que albergan una amplísima colección de artes decorativas europeas, chinas, coreanas, hindúes, africanas, japonesas e islámicas. Nada menos que unos cuatro millones de objetos. Sus galerías exponen obras de pintura, escultura, muebles, vidrieras, cuya historia recorrimos aquí, joyería, armaduras, armas, vestimentas, cerámica, instrumentos musicales, arquitectura, o marfiles, entre otros muchos objetos.
Su colección de pinturas y dibujos está formada por unas dos mil obras. Muestra obras de John Constable y J. M. W. Turner, Tintoretto, Camille Corot, Gustave Courbet, Eugène Delacroix, Edgar Degas, Jean-François Millet, Dante Gabriel Rossetti, Edward Burne-Jone, o Botticelli, en cuya Primavera nos sumergimos en este post. Hans Holbein el Joven o Rosalba Carriera. Durero, Angelica Kauffmann, Jean Auguste Dominique Ingres, y Aubrey Beardsley entre otros. Gracias a un préstamo de la Royal Collection de la reina Isabel II de Inglaterra, aquí se pueden ver los siete cartones que se conservan de Los hechos de los Apóstoles, tapices de Rafael Sanzio realizados para la Capilla Sixtina.
Aquí se encuentra también la Biblioteca Nacional de Arte que guarda un tesoro firmado por Leonardo da Vinci; el Codex Forster. Una serie de cuadernos manuscritos, con escritura especular, realizados por el genio toscano entre 1487 y 1495.
Desde el año 2000 una lámpara de cristal soplado de once metros de altura realizada por Dale Chihuly, es el bellísimo punto focal de la rotonda de entrada.
The Museum of London, las huellas de la vida de Londres
Para conocer la historia de Londres, ningún sitio mejor que este museo, también gratuito, que recorre la historia de la ciudad desde la prehistoria hasta el presente. Situado cerca de Barbican centre, forma parte de la innovadora restauración de éste área de la City que fue castigada por los bombardeos en la Segunda Guerra Mundial. Está a un corto paseo desde la Catedral de San Pablo.
Los arquitectos del edificio, Philip Powell e Hidalgo Moya, hicieron un diseño innovador al construir las galerías de manera que sólo hay un posible recorrido; desde la Prehistoria a la actualidad.
Con un fuerte acento sobre la arqueología de Reino Unido y del resto del mundo, en la que ha participado tan activamente este país. El recorrido explica cómo era esta ciudad y cómo ha llegado a ser lo que es en salas como Londres antes de Londres (Prehistoria), o Londres Medieval. Obras sobre el desaparecido Palacio de Cristal, una interesante colección de automóviles, o cómo fue y qué significó el Gran incendio de 1666, que cambió drásticamente la fisonomía londinense.
En la ampliación del año 2010 se añadieron cuatro nuevas galerías. Entre ellas está la nueva Galería de la City, que abierta con grandes ventanales a lo largo del muro de Londres, permite añadir en vivo la historia actual, renovando así el relato del museo en tiempo real. Desde estos ventanales se puede disfrutar del histórico desfile de Lord Mayor’s Show. Una procesión festiva y anual que se celebra desde hace más de 800 años. Como decimos, historia de Londres también en vivo y en directo.
Tate Britain, otro lujo entre los museos de Londres
Inaugurada en 1897 su primer nombre era Galería Nacional de Arte Británico, pasando a ser conocida como Galería Tate, en honor a su fundador sir Henry Tate. También es gratuita.
La parte frontal del edificio es un diseño neoclásico de Sydney R. J. Aunque posee una amplia colección de autores de otros países, desde marzo de 2000 expone únicamente arte británico desde 1500 hasta nuestros días. Y en sus salas nos encontraremos con autores como David Hockney, Peter Blake y Francis Bacon, William Blake, Thomas Gainsborough, John Constable, John William Waterhouse, John Everett Millais, Dante Gabriel Rossetti, Stanley Spencer, David Bombreg y escultores como Henry Moor, entre otros autores que han tejido la historia del arte británico. Tate Britain incluye en sus instalaciones la Galería Clore diseñada por James Stirling, un auténtico icono de los museos de Londres que atesora las obras de J.M.W. Turner.
Conectada con la Tate Modern por un barco a través del Támesis que sale del embarcadero de Millbank Millenium, justo enfrente de la galería. El barco es inconfundible pues está decorado con lunares, inspirado en un cuadro de Damien Hirst.
Tate Modern, un icono de los museos de Londres
Desde el barco que lo conecta con Tate British, o atravesando el Puente del Milenio, que lo une directamente a la Catedral de San Pablo, Tate Modern es el nombre por el que se conoce el Museo Nacional Británico de Arte Moderno. Un museo que atrae y atrapa a miles de personas que llegan a esta zona de la ciudad, antes prácticamente ignorada y convertida en una zona muy dinámica gracias a este magnífico museo, cuyas actividades acercan lo más actual del mundo del arte a sus visitantes.
Levantado en el edificio de la antigua central térmica de Bankside, que estaba cerrada desde 1981, los arquitectos suizos Herzog & de Meuron, diseñaron el que habría de convertirse en un icono entre los museos de Londres.
Es el museo más visitado de la ciudad después del British. De entrada gratuita, salvo algunas exposiciones temporales, Tate Modern es una de las atracciones turísticas de Southwark, junto con los históricos teatros the Rose y the Globe y la réplica del Golden Hind, un galeón inglés conocido por dar la vuelta al mundo entre 1577 y 1580, capitaneado por el corsario sir Francis Drake.
Su colección permanente está considerada una de las más completas e importantes de arte contemporáneo del mundo. En ella están representados autores como Andy Warhol, Salvador Dalí, o Mark Rothko, Vasily Kandinsky o Pablo Picasso. Su discurso expositivo está organizado siguiendo los principales movimientos de arte del siglo XX.
La cuarta planta se dedica a exposiciones temporales y en la segunda se da una oportunidad a los artistas actuales con exposiciones de sus obras.
Science Museum, la historia del progreso del conocimiento humano.
Vecino del Museo de la Historia Natural, la colección del Museo de la Ciencia de Londres formó parte, como éste, del Victoria and Albert, situados todos en la ya mencionada Albertopolis. Es más un museo sobre la historia de la ciencia, montado a base de vitrinas, que un moderno museo interactivo. Aún así cuenta con espacios muy divertidos como un cine IMAX, un simulador de realidad virtual, o el llamado Launch Pad, donde los niños pueden dar rienda suelta a su creatividad construyendo desde un avión a un puente, o viajar al futuro en uno de sus simuladores.
Pero aunque no existiera esa parte de diversión este museo tiene en los objetos que exhibe todo el poder de atracción. Allí se conserva en formol el cerebro de Charles Babbage, inventor de la calculadora y precursor de las computadoras, expuesto junto a la máquina que inventó.
Se expone también el original péndulo de Foucault, reproducido en otros museos del mundo, que sirvió para demostrar la rotación de la Tierra, o el motor de vapor de Boulton y Watt, que consiguieron dar un cambio radical a estas máquinas esenciales en la Revolución industrial.
Hay más de trescientos mil objetos, interesantes, sorprendentes y didácticos, como la reconstrucción de la molécula del ADN. Pero el módulo de comando del Apolo X, protagonista de la primera misión tripulada por hombres que logró entrar en la órbita lunar, y abrió la puerta al viaje que llevó al hombre por primera vez a la luna, se ha convertido en una estrella de este entretenidísimo museo.
National Maritime Museum, una invitación a navegar por los océanos del mundo
Situado en Greenwich, dentro de los preciosos jardines del Greenwich Royal Park junto con el Real Observatorio de Greenwich y la Queen’s House (Casa de la reina), conforman un conjunto que forma parte del Patrimonio de la Humanidad. Inaugurado en 1937, es el museo marítimo más importante del Reino Unido. Y es uno de los museos de Londres más completos en cuanto a la variedad de su oferta.
En sus galerías se puede disfrutar de grandes obras de arte holandés y británico, como la extraordinaria Batalla de Trafalgar, la obra más grande de Turner. Su discurso busca explicar la historia de la navegación, política, social, cultural y económica de Gran Bretaña y sus consecuencias en el mundo actual. Y lo hace mostrando cartografía, manuscritos, modelos y planos de navíos, instrumentos científicos y de navegación, de medir el tiempo, y astronómicos. Para completar la experiencia se puede transitar el histórico velero Cutty Sark, (aquí si hay que pasar por caja). Una experiencia que ayuda a entender la vida bajo sus velas, y permite tomar un té en este barco construido precisamente para llevar té a Gran Bretaña. Un disfrute para grandes y chicos.
La visita del Museo Marítimo, gratuito, se puede ampliar con el Real Observatorio de Greenwich, y la Flamsteed House (Casa de los astrónomos).
Y para completar esta experiencia única, está la Queen’s House, una joya imprescindible de este precioso lugar, de acceso gratuito. Es un edificio de inspiración paladiana, levantada en el siglo XVII por Íñigo Jones. Su exquisita arquitectura guarda un fabuloso tesoro histórico y artístico, y es el espacio en el que se celebran las exposiciones de arte del Museo.
Galería William Morris, testimonio de una vida en busca de la belleza de lo cotidiano
Merece la pena acercarse hasta Walthamstow, a sólo doce kilómetros del centro Londres y muy bien comunicada con trasporte público. Allí se encuentra esta emblemática galería. De entrada gratuita, es la casa-museo del diseñador, artesano, escritor y activista victoriano William Morris. Propietario de la compañía Arts and Crafts (Artes y Oficios), surgida del movimiento británico del mismo nombre, que defendía la artesanía ante las producciones fabriles que comenzaron a surgir en la época.
Las galerías de la casa están organizadas temáticamente y en ellas se exponen las colecciones de muebles, cerámicas, textiles, diseños, pinturas y artículos de Morris y sus asociados, entre los que estaban los artistas prerrafaelitas.
A la colección permanente se suman exposiciones temporales, películas, audios y paneles interactivos y actividades entre las que destacan sus variados talleres. Tiene una preciosa tienda, y un encantador salón de té. En los jardines que la rodean hay bastantes ejemplares de las flores que inspiraban los diseños de Morris.