El 29 de marzo de 1871 ante lo más granado de la sociedad inglesa, la reina Victoria inauguró el Royal Albert Hall de Londres. Situado en el extremo norte de South Kensington, en Westminster. Este magnífico edificio se concibió como respuesta al deseo del príncipe Alberto, esposo de la Reina, de crear un espacio para el desarrollo y disfrute de las artes y las ciencias. La Reina puso la primera piedra de las obras el 20 de mayo de 1867. Alberto había fallecido en 1861, con cuarenta y dos años. El teatro se iba a llamar The Central Hall of Arts and Sciences, pero por decisión de Victoria, como homenaje a su esposo se llamó Royal Albert Hall of Arts and Sciences.
El príncipe Alberto planeó hacer de esta zona un enclave destinado al desarrollo de la cultura y el conocimiento. El Royal Albert Hall es el «Salón Central» de este espacio en el que se levantan edificios como el Royal College of Art, el Royal College of Music, la Geographical Society, el Brompton Oratory, o los museos de La Ciencia, el de la Historia Natural y el magnífico The Victoria and Albert Museum.
La idea de Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha fue una consecuencia del éxito de la Gran Exposición de 1851. La Reina Victoria abría la puerta de este foco cultural veinte años después de aquella primera Exposición Universal, promovida también por el príncipe Alberto, cuyo pabellón central fue el bellísimo, y entonces rompedor, Crystal Palace. Hoy el Hall está catalogado con la categoría más alta, Grado 1 (edificio de interés excepcional).
En memoria del impulsor de este importante espacio se levantó un monumento conmemorativo, el Albert Memorial. Situado en los Jardines Kensington (Kensington Gardens) y orientado al norte del Royal Albert Hall. Este templete neogótico es un brillante ejemplo de la arquitectura victoriana.
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El diseño y la construcción del Royal Albert Hall
Fue concebido como una obra de arte total que servía para conmemorar la contribución del Príncipe Alberto a la vida y la cultura británica en una de sus etapas más dinámicas. Inspirado por los teatros clásicos, su aspecto de anfiteatro romano fue un diseño en el que participaron los ingenieros Henry Young, Darracott Scott, Francis Fowke y Rowland Mason Ordish.
La gran estructura elíptica del Royal Albert Hall está levantada con seis millones de ladrillos rojos y lo decoran unos ocho mil bloques de terracota.
La cúpula que lo cubre era una novedad que parecía poco segura, de hecho hubo muchas predicciones de que fallaría. Pero Darracott Scott no tuvo dudas. Cuando en 1870 se retiró el andamio que sostenía el techo, Scott envió a todos los obreros fuera del edificio y él mismo quitó el soporte final. Tenía razón, su estructura de acero forjado y cristal sigue coronando esta magnífica sala de conciertos que es una de las construcciones más emblemáticas de Reino Unido.
La acústica fue un problema porque se formaba un eco con los instrumentos de viento. Problema que solucionaron con un sistema que volvía a mirar a la arquitectura de los teatros de romanos. Introdujeron un velarium debajo del techo y el eco desapareció. Hoy el «velarium» son los «hongos» o «paraguas voladores» que cuelgan de la cúpula.
La tecnología más avanzada de la época se aplicó en su construcción. Sus once mil lámparas de gas podían ser encendidas en tan sólo diez segundos. Mil componentes de un coro y quinientos miembros de su orquesta inauguraron la sala, que entonces presumía de tener el órgano más grande del mundo.
Hoy el Royal Albert Hall forma parte del corazón de Londres, de su historia emocional. Adaptado a la tecnología del siglo XXI por su escenario han pasado los más grandes artistas del mundo.
Un friso de mosaico celebra la vocación cultural del Royal Albert Hall
Como los frisos de los templos griegos, el Royal Albert Hall luce un simbólico friso dedicado al «Triunfo de las Artes y las Ciencias». En el se representan temas relacionados con ese triunfo como Algunos países del mundo llevando sus ofrendas a la Exposición de 1851, un grupo de Filósofos, Sabios y Estudiantes, diversas actividades y quienes las hacen posibles: Música, Escultura, Pintura, Ingeniería, Príncipes, Mecenas y Artistas, Trabajadores de la piedra, Trabajadores de la madera y el ladrillo, Arquitectura, Agricultura, Horticultura y Agrimensura, Alfarería y fabricación del vidrio o la Astronomía y la Navegación.
El mosaico lo realizó la Ladie’s Mosaic Class del Victoria & Albert Museum, una técnica que vuelve a mirar al Mundo Antiguo. Si bien es verdad que los planes primeros pasaban por un friso de mármol, como los tímpanos de los templos griegos, la falta de tiempo y de dinero viraron hacia una técnica más rápida y económica. Cuando lo terminaron después de dos años de trabajo, se habló del mosaico moderno más grande de su tiempo.
Sobre el friso hay una inscripción con letras de terracota de treinta centímetros que le da voz a la Historia y a la Biblia.
El espectáculo en el interior del Royal Albert Hall
En el corazón de este espléndido anfiteatro, el Auditorium, con un aforo de más cinco mil personas han tenido lugar actuaciones tan variadas como se pueda imaginar. Decorado con colores rojo y oro, bajo la cúpula y los hongos acústicos, esta caja de música monumental ha vivido actuaciones inolvidables.
Música clásica, ballet, ópera, rock, estrenos de cine, variados conciertos históricos ofrecidos por The Beatles, Led Zeppelin y Mick Jagger, The Cure, Bruce Springsteen & The E Street Band, o como el que ofreció un hijo de Úbeda, Joaquín Sabina, que en 2017 Lo negó todo en este magnifico escenario. Abierto a exposiciones, entregas de premios, conferencias científicas, galas benéficas o las graduaciones del Imperial College que se han celebrado allí hasta 2008. También han tenido cabida torneos de tenis o la fantasía espectacular del Cirque du Soleil. Un auténtico triunfo de las Artes y las Ciencias.
En el Royal Albert Hall se celebra cada verano el mayor festival mundial de música clásica. Durante ocho semanas tiene lugar una auténtica fiesta para los amantes de la música, transmitida a todo el mundo por la BBC, en ella se dan cita solistas, coros y orquestas.
Es el festival The BBC Proms, que tiene aquí su sede, y por el que han pasado entre otros muchos: Adrian Boult, John Williams, Malcom Sargent, Colin Davis, Plácido Domingo, Georg Solti, Evgeny Kissin, Joshua Bell,Luciano Pavarotti, Jessye Norman, Sarah Brightman, Renée Fleming, Bryn Terfel o Simon Rattle. Su clausura es un hito del verano londinense.
Auténticas multitudes acuden a este final dentro del teatro, en Hyde Park y en otros parques de varios lugares del Reino Unido para escuchar el último concierto del festival. Abajo dejamos un pequeño resumen de lo que sucede en el Proms. ¡Todo un monumento a la alegría!
Como decimos un triunfo de la cultura que es además una institución benéfica. Así lo explicaba el director de operaciones del Royal Albert Hall en 2016:
«Somos una organización benéfica sin financiación pública directa que fue creada por Carta Real. La estructura de Gobierno original ha sido confirmada varias veces por la Corona y el Parlamento británico, la última vez en 1966, y ha ido superando con éxito el paso del tiempo. El 100% de nuestro superávit, que fue de cinco millones de libras en 2015, se dona a caridad»
