La capital andaluza es una de las ciudades más conocidas del mundo y su industria turística atrae a millones de viajeros durante todo el año. Es una joya que no hace falta presentar, tanto que a veces eclipsa su alrededor.
De la que fuera puerta y puerto de Indias hemos hablado ancho y tendido en Ruta Cultural. Desde los detalles del Archivo General de Indias, la Casa de Pilatos, los oficios de su Semana Santa, los mejores bares para tapear o su Palacio de las Dueñas y el Parque de María Luisa junto a su Plaza de España.
Y aunque quede mucho más por explorar de sus plazas y callejones, la provincia de la que es capital también atesora un buen número de perlas. Os presentamos diez pueblos de Sevilla perfectos para una escapada cultural.
Santiponce
A 12 km de Sevilla, en las estribaciones de la Comarca del Aljarafe justo donde empiezan sus lomas, Santiponce es uno de los atractivos turísticos más importantes de la zona.
El conjunto arqueológico de Itálica no puede faltar en ninguna visita al municipio. Se trata de la antigua ciudad romana que vio nacer a los emperadores Trajano y Adriano, y cuenta con uno de los mayores anfiteatros del Imperio Romano. Por su parte, Cotidiana Vitae es un centro temático de la vida cotidiana en Roma que puede complementar muy bien la visita a Itálica.
El esplendor romano no tapa de ninguna manera al Monasterio de San Isidoro del Campo cuyo legado artístico e histórico es impresionante. Este monasterio fortaleza construido por Guzmán el Bueno, fundador de la casa de Medina-Sidonia, y habitado primero por cistercienses y luego por jerónimos, fue la cuna de la Biblia del Oso, la primera traducida al castellano, y foco reformista en España.
Carmona
Algo más alejada de la capital, en la Campiña de Carmona, se alza esta ciudad homónima cuya riqueza es difícil de resumir en pocos párrafos. Con un pasado milenario que se remonta a antes de la llegada de los romanos, el legado que han dejado sus diferentes pobladores es merecedor de una o varias visitas.
Desde la sencillez de la plaza de abastos, un lugar perfecto para una cerveza, Carmona ofrece al visitante el Alcázar del Rey don Pedro, cuya visita es indispensable. También conocido como Alcázar de la Puerta de Sevilla, pues da acceso al mismo una de las puertas así llamada, y que es uno de los lugares más señeros de la ciudad.
Su pasado romano se hace evidente con el anfiteatro, así como la importante necrópolis. Entrar a la Iglesia de Santa María y visitar el Museo de Carmona, que ocupa la casa-palacio del Marqués de Torres, son otras dos paradas obligatorias.
No debería ningún visitante partir de Carmona sin ver la romántica estampa del Picacho, antigua torre de la red telegráfica andaluza, o tomar un café en el maravilloso Parador de Carmona, una delicia para los sentidos.
Écija
En el valle del Genil, en los confines de la provincia sevillana, muy cerca ya de Córdoba, se encuentra Écija, otra verdadera joya andaluza. La llamada «ciudad de las torres» presenta una cantidad de iglesias y palacios insólita para no tratarse de una capital provincial.
La ciudad es un auténtico museo al aire libre pero merece mucho la pena entrar en, al menos, varios de sus edificios más señeros. Tal es el caso del Museo Histórico Municipal de Écija, situado en el Palacio de Benamejí, un edificio que de por sí merece la pena visitar y que tiene un precioso mirador para contemplar las torres astigitanas.
También merecen la visita la Iglesia de Santa María, la de San Gil, la de los Descalzos, la de Santiago o la Parroquia Mayor de Santa Cruz. Tampoco pueden faltar la Casa-Gremio de la Lana y la de la Seda, el Palacio de los Peñaflor o la Casa de las Tomasas.
Cazalla de la Sierra
Residencia veraniega de Felipe V en 1730, zona minera de importancia desde la Antigüedad e importante productor de vinos y aguardientes. Cazalla de la Sierra, a 80km de Sevilla, aparece entre montañas y ríos como uno de los destinos más llamativos de la Sierra Norte sevillana.
En Cazalla destaca la Parroquia de Nuestra Señora de la Consolación, la plaza mayor la iglesia mudéjar de San Benito o la Ermita de Nuestra Señora del Carmen. Pero si nos animamos a caminar un poco en los alrededores está la Ermita de Nuestra Señora del Monte o el impresionante monasterio cartujo. Aunque se puede ir en coche, no hay nada como un buen día de senderismo por la Sierra Norte.
Estepa
En la Comarca de la Sierra Sur, en la ladera del Cerro de San Cristóbal, Estepa vigila varias provincias andaluzas a 604 metros sobre el nivel de mar. Su posición privilegiada la convierten en «el balcón de Andalucía», porque en días claros se pueden ver Sevilla, Córdoba, Málaga e incluso los picos de Sierra Nevada.
En su callejero destacan la torre de la antigua Iglesia de la Victoria, la Iglesia de Santa María, la de Nuestra Señora del Carmen y el antiguo Alcázar todavía con su torre del homenaje en pie. Y, por supuesto, el mirador «balcón de Andalucía». No te olvides de los mantecados y polvorones si visitas la localidad en Navidad.
Osuna
Sin salirnos de la Comarca de la Sierra Sur, en plena campiña sevillana Osuna aparece también con un pasado milenario y mucho que ofrecer a los viajeros. Un pueblo de 18.000 habitantes que cuenta con una Universidad (adscrita a la de Sevilla) es sinónimo de un pueblo con un pasado importantísimo.
Entre sus muchos tesoros (difícil sería verlo todo en un solo día), la Colegiata de Osuna es la reina del lugar. El interior sorprende por su belleza y sus grandes naves, y el retablo mayor barroco sencillamente quita el habla. Pero la colegiata no acaba ahí. El Panteón de los Duques de Osuna es una joya en pequeñas dimensiones, con su propio claustro que es otra de las maravillas del lugar.
Pero Osuna ni empieza ni acaba en su colegiata. El Palacio del Marqués de la Gomera, hoy un hotel, merece también una visita para un café, e incluso una estancia de varios días para ver Osuna con Calma. Un paseo por la calle de San Pedro, una visita al Museo de Osuna, al Convento de la Encarnación o contemplar la fachada del Palacio de los Cepeda también son otros lugares que merecen el viaje a Osuna.
Alcalá de Guadaira
En la Comarca de los Alcores la ciudad de Alcalá de Guadaira recibe a los visitantes con su famoso puente del dragón, primer puente figurativo de Europa que, revestido de azulejos, custodia el castillo en lo alto de la localidad.
El castillo medieval es uno de los principales atractivos de Alcalá, así como el anteriormente citado puente. Y aunque el castillo siempre llama la atención, la ciudad es conocida también como Alcalá de los Panaderos, y se conservan preciosos molinos de agua en las riberas del Guadaira desde época islámica.
En las proximidades de Alcalá también hay un par de lugares de interés que merece la pena visitar: el castillo de la Marchenilla y los enterramientos calcolíticos del Gandul. Y, por supuesto, no te vayas sin pan.
Marchena
No demasiado lejos de Osuna, Carmona, Estepa y Écija está Marchena, otra ciudad que atrapará al visitante. Está claro que la competencia entre ciudades a lo largo de los siglos ha sentado bien a la zona, con un reguero de localidades repletas de tesoros.
La Casa del Ave María es una de esas joyas únicas de Marchena, además es el edificio civil más antiguo de la localidad, con 500 años de antigüedad. La Iglesia de San Juan Bautista tampoco tiene desperdicio, cuya sacristía tiene obras de Zurbarán. La Iglesia de Santa María y su preciosa torre dentro de la antigua alcazaba es otra visita indispensable.
En esta tierra que ha dado grandes artistas flamencos como Pepe Marchena o Melchor de Marchena, el Convento de San Agustín domina gran parte de la población y merece la visita. Otro punto de interés más que famoso son los restos del Palacio Ducal, cuya puerta está hoy pintada ya que se trasladó al Alcázar de Sevilla, en lo que es la Puerta de Marchena.
Lebrija
La patria de Antonio de Nebrija, autor de la primera gramática española y de Juan Díaz de Solís, descubridor del Río de la Plata, no debería necesitar presentación alguna. En los límites con la Provincia de Sevilla con Cádiz, Lebrija nos acoge con sus calles blancas que emanan pureza.
Su castillo en ruinas encierra la ermita mudéjar de Santa María del Castillo. En el centro de Lebrija, la Plaza de España contiene la escultura en recuerdo de Antonio de Nebrija, un lugar que todos deberíamos visitar. La Iglesia de Nuestra Señora de la Oliva, la de Santa María de Jesús y la de San Francisco completan su hermoso callejero.
Uno de los mejores momentos para visitar Lebrija es en julio, cuando la ciudad celebra la Caracolá, uno de los festivales flamencos más importantes de Andalucía; un verdadero espectáculo que recordaremos para siempre.
Constantina
En plena Sierra Morena, no muy lejos de Cazalla de la Sierra, la blancura de Constantina resalta entre el verdor que la rodea. Este pequeño y hermoso pueblo está dominado por un antiguo castillo árabe desde el que se contempla una inigualable panorámica de la localidad.
En sus calles destacan la Iglesia de la Encarnación con su esbelta torre, la Hospedería-Monasterio Nuestra Señora de los Ángeles o la Iglesia de Nuestro Padre Jesús. De este pueblo repleto de encanto parte una ruta de senderismo hacia los Cerros del Hierro, obligada para los amantes de la naturaleza.