La Roma de Augusto
La Roma de Augusto mezcló grandiosidad y moderación y fijó el nuevo estilo de los emperadores. Visitando sus restos recuperamos una época apasionante de la Historia.
La Roma de Augusto mezcló grandiosidad y moderación y fijó el nuevo estilo de los emperadores. Visitando sus restos recuperamos una época apasionante de la Historia.
Además de meca para los amantes del misterio, Glastonbury es un destino interesantísimo por su historia, su arquitectura y sus inolvidables paisajes.
Al Sur de Marrakech, en el Alto Atlas, se alza la histórica mezquita de Tinmel, símbolo y sede del otrora poderoso imperio de los almohades.
Jerez de los Caballeros es un mosaico de calles empedradas, fachadas de cal y estuco, vanos con rejerías, cubiertas rojas de teja árabe y altos campanarios.
La evolución de la imagen de Carlos de Gante, de los primeros retratos flamencos que muestran a un joven de aire apocado y tímido, a la imágen poderosa que nos legaron los pinceles de Tiziano.
A pocos kilómetros de Valladolid se alza un castillo majestuoso que alberga, desde tiempos de Felipe II, uno de los mayores tesoros documentales de Europa: el Archivo General de Simancas.
El Trofeo de Augusto o Trofeo de los Alpes domina el Principado de Mónaco desde las alturas de La Turbie. Fue uno de los más ambiciosos edificios augusteos, y sigue en pie de milagro.
Desde los barros vidriados que decoraron los exóticos palacios de Babilonia hasta el envolvente colorido que brilla en los salones nazaríes de Al-Ándalus, la historia del azulejo es un reflejo de la vida de los lugares en los que arraiga.
Era la puerta de entrada a Rimini desde la Via Flaminia, es el arco romano más antiguo conservado y uno de los más brillantes símbolos de la Pax Romana.
Fano es una hermosa ciudad de la costa adriática, adornada con bonitos monumentos de todas las épocas. Entre ellos un arco de triunfo, del año 9 d.C., construido en honor de Augusto.
El Arco Etrusco de Perugia es un vestigio monumental y antiquísimo de una ciudad que fue en el año 40 a.C. arrasada por Augusto. Y luego reconstruida.
De cómo, en el año 828, el cuerpo de San Marcos viajó a Venecia desde Alejandría y cambió para siempre el destino de la ciudad de los canales.