Considerado como el país más verde el mundo, Costa Rica es un país tropical bañado por dos océanos y situado entre Nicaragua y Panamá. Un país sin ejército y con una de las democracias más consolidadas de América. En 2012 ocupaba el primer lugar del Índice de Planeta Feliz, distinción que había recibido ya en 2009. Este índice está diseñado para medir el desarrollo de los países con base en la expectativa de vida, la percepción subjetiva de felicidad y la huella ecológica.
Registra el índice más alto en igualdad en materia de género, y el que mayor esperanza de vida alcanza en América Latina. Su sistema de salud está entre los cinco mejores del mundo y la cobertura de sus servicios de educación está en un altísimo nivel.
Descubierta por Cristóbal Colón en su cuarto viaje, en 1502, su moneda lleva el nombre de su descubridor. Conquistarla fue un proceso lento que duró casi tres cuartos de siglo.
Habitada desde 10000 años a.C. quedan testimonios arqueológicos que permiten rastrear su dilatada historia Precolombina. El más importante de éstos, es conocido como Monumento Nacional Guayabo, situado en Turrialba y que desde 2009 es Patrimonio Mundial de la Ingeniería.
Con una compleja red de acueductos, algunos de los cuales siguen funcionando, es además de un lugar de investigación abierta, un centro de atracción turística muy importante. Se cree que ejerció de lugar de intercambio cultural de todo el continente Americano, antes del Descubrimiento. En 1547, Francisco Pizarro, descubridor de Perú, escribió en los «Anales sur-Americanos»: «Escuché que los altos señores de este imperio [Perú] se reúnen cada cuatro años en el País de las Bolas, donde al parecer reciben consejos de grandes sabios».
Ese nombre, País de las Bolas, se debe a la existencia de unas esculturas conocidas como Esferas de Piedra, talladas en piedras duras, y cuya datación aún no ha podido ser medida. Se sabe que los lugares donde se encontraron, estuvieron habitados al menos desde 6000 años a.C. Sin explicación científica que aúne criterios, han sido objeto de múltiples mitologías: «delimitación territorial, hitos conmemorativos, representación del eterno femenino, dispositivos navegacionales, símbolo perfecto de la divinidad, fuentes de energía y bienestar». Popularizas mundialmente por Steven Spielberg en su película En busca del Arca perdida, son el símbolo de Costa Rica.
En el Museo Nacional de Costa Rica, encontramos muestras de la excelente calidad de las piezas artesanales que son el testimonio de la historia Precolombina de este privilegiado país. Os dejamos algunos ejemplos.
Desde su conquista hasta 1821, fecha de su independencia, perteneció a la Capitanía General de Guatemala, Intendencia del Virreinato Neo español. De la convulsa historia de esos siglos quedan numerosos testimonios artísticos y culturales.
Entre otros muchos, las ruinas de la iglesia de la Inmaculada Concepción de Ujarras en la provincia de Cartago. Esta iglesia que es un atractivo turístico, es lo queda del primer templo levantado en Costa Rica en el siglo XVII, un templo que desde su construcción fue un importante centro de peregrinaciones. En esta parroquia fue bautizado Florencio del Castillo, que llegó a la presidencia de las Cortes de Cádiz de 1812, siendo uno de los padres de la primera Constitución española.
Gran productor de café, este producto está en casi todas las facetas del imaginario colectivo de los ticos (gentilicio coloquial sinónimo de costarricense), y en su forma de entender la vida. Fue durante casi dos siglos la principal fuente de ingresos familiares y de divisas nacionales. Actualmente se le reconoce como un estándar mundial de calidad del café gourmet.
Son muchos los atractivos de este país mesoamericano, pero es su naturaleza exhuberante lo que ha hecho de él un destino seductor para los amantes del ecoturismo. Pionero en apostar con fuerza por este tipo de turismo, explotando sus recursos naturales de un modo sostenible.
Hace más de tres décadas que se impusieron proteger su rica biodiversidad para poder ofrecer a los viajeros lo mejor de su tierra, cuidando con esmero el entorno verde que atesoran. En una extensión de poco más de 50.000 km, albergan 58 microclimas diferentes en los que habitan el 5% de las formas de vida del planeta; casi doscientas especies de anfibios, monos, armadillos, jaguares; casi 900 aves, un paraiso para los aficionados a la ornitología; tiburones, ballenas jorobadas, peces tropicales; más de 2000 especies de árboles y el 10% de las mariposas del mundo.
Es el país del mundo con el mayor porcentaje de territorio acogido a distintas categorías de protección y manejo de sus espacios naturales: el 25% de su superficie total. Así los amantes del turismo activo, de las playas salvajes y los bosques remotos, encuentran en Costa Rica muchas e inolvidables razones para visitarla:
Volcanes activos, dentro de algunos de sus 17 Parques Nacionales, un bellísimo entramado de espacios naturales que ocupan el 25% de la superficie del país, sabiamente gestionados.
Playas de arena blanca bañadas por el Pacífico que son un paraiso para los amantes del surf, y arrecifes de coral en la costa caribeña, donde la actividad del buceo tiene múltiples tentaciones.
El senderismo, el rafting, el trekking, la tirolina, todo un abanico de posibilidades para quienes quieran dejar adrenalina o estrés entre sus verdes parajes.
Del mestizaje de estas tierras surge una rica y sugerente gastronomía como este plato a base de arroz blanco, frijol negro, plátano maduro, picadillo de chayote, carne en salsa, ensalada de repollo y tomate con limón.
Y para mirar el atardecer tranquilamente, os aconsejamos una copita de Guaro -especie de aguardiente- que es la bebida típica de Costa Rica, dejando perder la mirada en cualquier paisaje de este paraiso.