Recorrer el Lago Como no necesita más motivo que él mismo, sólo hay que dejarse llevar por la intuición, que a veces es la mejor de las guías. Vayas donde vayas te encontrarás inmerso en una especie de círculo de la belleza, como la honda que dibuja en el agua una pequeña piedra que cae. Este es un lugar de la tierra que invita a gozar de la vida y a huir de los afanes.
Hay en sus ciudades, la mayoría pequeñas y pintorescas, historia, arte, naturaleza, gastronomía y encanto suficientes para sentir que a veces, el ser humano es capaz de grandes cosas, como lo que ha conseguido en la Lombardía italiana este pueblo que tan dado es a disfrutar de la dolce vita; unir naturaleza y vida sin cortar el hilo de la hermosura.
Hoy te invitamos a pasear por el lago Como siguiendo los pasos del cine; su villas, sus pueblos y él mismo han sido y seguirán siendo un telón de fondo único y espectacular para envolver las historias más diversas; lujo, pasión, romanticismo y belleza sin límites.
Desde Milán estás a tan sólo unos cuarenta kilómetros de la ciudad de Como, donde comienza el lago. Te aconsejamos que no te lo pierdas: podrás pasear por escenarios de películas famosas, y podrás narrar tu personal e inolvidale película, argumentos hay muchos. Preparados, cámaras, ¡acción!
Bellagio, la Perla del Lario
Bellagio es considerada la Perla del Lario, pues su construcción en el promontorio que divide el lago en dos brazos, el Como y el Lecco, la sitúa en un paisaje espectacular. Desde aquí se domina la totalidad del bellísimo Lago Como. Su historia está repleta de visitantes ilustres además de los relacionados con el mundo del cine: por ejemplo, Napoleón se hospedó en Villa Melzi.
Y el multimillonario Rockefeller se fijó en Bellagio para dejar aquí una sede de la Fundación Rockefeller dedicada a actividades filantrópicas en pro del arte.
No dejes de visitar su barrio de pescadores Il Pescallo. Allí, alejado de la masa de turistas, te aconsejamos comer en el modesto hotel La Pérgola.
Las cámaras de cine desde que éste comenzó su historia, han sido literalmente devoradas por los rincones de Bellagio. Empezaron los hermanos Lumière que rodaron aquí Carrera de Barcas, un reportaje sobre una regata celebrada hace ya más de un siglo, en 1896. Después siguieron muchos más, por citar algunos:
Luchino Viconti rodó aquí en 1960 algunas escenas de Rocco y sus hermanos. Annie Girardot y Renato Salvatori, actores en el reparto de esta historia, se conviertieron en marido y mujer en la vida real tras conocerse en esta dura y magnífica película de Visconti.
Sydney Pollack rodó Bobby Deerfield en 1977, con una extraordinaria actuación de Al Pacino, en un drama romántico inolvidable. Obra basada en la novela de 1961 El cielo no tiene favoritos de Erich Maria Remarque. Aquí se rodaron escenas que miran desde el promontorio en medio de las dos ramas del lago visto desde arriba, y otras cuyo protagonista es el puerto, rodadas desde un ferry hacia Cadenabbia, recreando la cámara en el Grand Hotel Villa Serbelloni.
La hermosa y triste Érase una vez en América, de Sergio Leone, aunque ambientada en EEUU, tiene escenas en Bellagio. Su protagonista, Robert De Niro quedó también prendado del lugar y lo visita asiduamente desde entonces. Parece ser que frecuenta la trattoría Belvedere, además de dar paseos interminables por los jardines de Villa Melzi. ¡Como para no pasear!
Aquí también se rodó en 1955 Un mes en el lago, de John Irvin. Los personajes se mueven desde el magnífico parador de turismo de Fascioli a múltiples rincones de Bellagio. La protagonista es la siempre espléndida Vanessa Redgrave, que encarna un personaje en el otoño de una vida marcada por los recuerdos de los veranos de su infancia.
La isla de Hitchcock. Comacina y su maldición.
Alfred Hitchcock rodó en 1925 El jardín de la alegría, utilizando como telón de fondo, para la escena más romántica, la isla de Comacina. El maestro del suspense, embaucado por lo extraordinario del lugar, volvió muchas veces después al Lago Como, y desde la Villa D’Este donde se hospedaba, navegaba hasta Comacina donde vivía largas veladas escuchando las historias que Lino Nessi, gerente del hostal y el restaurante, le contaba del pasado misterioso de esta isla.
Comacina fue poderosa y rebelde, hasta que en el siglo XII, Federico Barbarroja y los guerreros comascos la destruyeron como represalia por aliarse con Milán para arrebatarle el poder. El emperador promulgó un decreto prohibiendo que se reconstruyera y el obispo Vidulfo la excomulgó y la maldijo asegurando una muerte violenta a los que volvieran a habitarla. Nadie volvió a vivir allí hasta que en el siglo XX se convirtió en un refugio perfecto para artistas.
Dos socios de Lino Nessi murieron de forma violenta a poco de comenzar su negocio en la isla, pero él siguió adelante y hoy esta isla de cuento, por la que dicen que pasó el Santo Grial, sigue muy animada gracias entre otros a Benvenuto Purinelli y su famoso restaurante, Locanda dell’Isola (en el enlace tenéis un reportaje del sitio). Este Purinelli hace cada noche un exorcismo de fuego para expulsar los malos augurios ¡y parece que funciona!
En Lenno, la inmortalizada Villa del Balbianello.
En este mágico escondite del Lago Como se han rodado escenas del segundo episodio de Star Wars y la más romántica de James Bond, Casino Royale, entre otras. Te aseguramos que merece la pena el paseo.
Dioses y ninfas absortos ante el lago.
Laglio, buscando a Clooney
Esta es una de las dos villas que Clooney posee (o poseyó) en el Lago Como. Aquí se hospedó el equipo de rodaje de Ocean’s Eleven y se rodaron algunas escenas. Se ha convertido en una de las paradas desde el lago cuando los ferries de turistas pasan cerca.
En las laderas del monte Colmegnone, sobre Torriggia, una de las aldeas que forman Laglio, se encuentra la famosa cueva del «Oso del Oso» (visitable previa solicitud en las oficinas de la comuna) en la que se encontraron los huesos de Ursus spelaeus, una legendaria raza de osos europeos.
Cernobbio, el refugio de las estrellas en el Lago Como
Situado a poco más de cincuenta kilómetros de Milán, es una ciudad residencial famosa por sus hoteles de lujo y sus villas. Como todos los rincones del Lago Como, tiene una intensa relación con el cine.
Villa Erba, hoy convertido en Centro de Congresos, tiene salas dedicadas a Visconti, que fue su propietario. En el Villa D’Este, se han alojado ilustres del cine, de la ópera, y claro, multimillonarios; Elizabeth Taylor y Nick Hilton, Rita Hayworth y Orson Welles, Clark Gable y Carol Lombard, Ava Gardner y Frank Sinatra, Aristóteles Onassis y Maria Callas, Tyrone Power y Linda Christian, Woody Allen y Mia Farrow. Si te llega el presupuesto puedes elegir habitación según tus gustos cinematográficos.
En Villa D’Este rodó ALfred Hitchcock, algunas de las escenas del ya mencionado El Jardín de la Alegría, largometraje que significó su consagración defintiva.
También nos dejó imágenes de este bellísimo lugar la poco lograda Crónica de un engaño, en la que participó Antonio Banderas.
El alojamiento en Cernobbio ofrece múltiples posibilidades. Proponemos dos diferentes en cuanto a precios y servicios, las dos con muy buenas críticas.
El espectacular Casa de Santo Stéfano
Y el más sencillo pero encantador Trattoria Albergo la Vigneta
El último acto de Mussolini
En la orilla contraria de este lugar de fábula que es Varenna se encuentra la pequeña aldea Giulino di Mezzegra. Aquí fusilaron a Mussolini y a su amante Claretta Petacci antes de trasladarlos a Milán para colgarlos en la plaza pública.
Hay un rumor que habla de que en Dongo, muy cerca de donde ocurrieron los fusilamientos, se perdió el oro con el que supuestamente Il Duce pensaba huir a Suiza y que ese tesoro yace en el fondo del lago.
En la zona nadie apuesta por esta hipótesis. En realidad no se sabe lo que pasó, pero después de la muerte de Mussolini gentes que no tenían nada se hicieron con lujosas villas. El misterio continúa sin esclarecerse y da mucho que hablar.
La fallida huida de Mussolini la llevó al cine Carlo Lizzani en una aceptable cinta que tituló Mussolini: Último acto, rodada en estos idílicos paisajes.
Música de cine desde el Lago Como
Terminamos este recorrido por el Lago Como en Blevio, en una Villa que perteneció a Giuditta Pasta, hoy convertida en un más que recomendable hotel de lujo Casta Diva Resort. En este magnífico edificio, donde han sabido conjugar lo nuevo con lo antiguo en una fusión fantástica, encontramos todo el lujo que podamos desear, envuelto en una escenificación de los amores de la diva y el compositor Bellini. Cita asidua de interpretaciones de ópera entre sus escalinatas y jardines.
El nombre se lo debe a la conocidísima aria Casta Diva que compuso Bellini para su musa y amante Giudita Pasta, en la maravillosa ópera Norma. Presente en la banda sonora de numerosas películas, como Atlantic City, de Louis Malle, Oblómov de Nikita Mijalkov, Los Puentes de Madison de Clint Eastwood o La Señal de Ricardo Darín, entre otras que seguro se nos escapan.
Hay entre ellas un maravilloso poema cinematográfico titulado 2046, compuesto por el maestro hongkonés Wong Kar-Wai, que utilizó el aria Casta Diva en varias secuencias de esta película. Interpretada para la ocasión por la soprano Angela Gheorghiu acompañada por la Orquesta Sinfónica de Londres y bajo la dirección de Evelino Pido.
No se nos ocurre una mejor manera de cerrar este post, que recordando una cita de El club de los poetas muertos:
Carpe diem, aprovechen el día, hagan sus vidas extraordinarias