Si hay algo por lo que se caracteriza Galicia es por su rica gastronomía. Nadie duda de que en la comunidad se cultivan algunos de los mejores productos nacionales, sobre todo aquellos que tienen que ver con el mar. Pulpo, percebes, centollos, nécoras: si tienen sello gallego saben mejor. Decía un anuncio de Gadis, una popular cadena de supermercados de la comunidad, que en Galicia la comida es una religión y es totalmente cierto. Tanto es así, que los gallegos han sabido explotar al máximo su gastronomía y han querido homenajearla con un sinfín de fiestas en su honor: fiesta de la empanada, del percebe, de la almeja, de la ostra, del lacón, del pulpo, del pan de Cea, del queso de Arzúa, del Albariño y un largo etcétera.
Hay pocas cosas de las que los gallegos se sientan más orgullosos que de sus platos típicos y su tradición en los fogones, pero como dicen por allí, “habelas, hailas”. Su historia es una de ellas. El sentimiento de pertenencia de los gallegos es muy grande y es por ello por lo que no dudan en demostrarlo al mundo entero cuando tienen ocasión. Desde hace décadas, los gallegos celebran cada año un gran número de fiestas de carácter histórico que ponen en valor su pasado y las hazañas que las generaciones de hace cientos de años llevaron a cabo. Galicia es mucho más que el Camino de Santiago y los gallegos se han encargado de reivindicarlo en estas fiestas que además de ofrecer un pedacito de la historia de esta comunidad autónoma a los turistas también se posicionan como un claro reclamo de diversión.
Como veréis a continuación hay fiestas muy variadas en cuanto a temática y protagonistas. Todas ellas tienen en común que hacen referencia a una época pasada de Galicia, pero no todas recrean la misma etapa histórica. Lo que sí comparten la gran mayoría es la importancia de ir disfrazados acorde a la temática. No es un requisito imprescindible para poder asistir a ellas pero desde las diferentes organizaciones se anima a los visitantes a que se vistan como antaño para que la celebración sea más auténtica. Los disfraces suelen ser bastante más elaborados que los que solemos usar en carnavales o en Halloween, pero lo positivo es que en muchas de las localidades en las que se celebran estas fiestas existen tiendas en las que alquilan trajes de época por precios asequibles para casi todos los bolsillos. ¿Te atreves a viajar en el tiempo?
Festa da Arribada, Baiona
Una de las primeras en el calendario es la conocida como Festa da Arribada, que se celebra cada mes de marzo en Baiona, una pequeña localidad portuaria de la provincia de Pontevedra. Esta celebración, considerada como Fiesta de Interés Turístico Internacional desde 2015, conmemora la llegada de La Pinta al puerto de Baiona tras el descubrimiento de América por Colón. Cuenta la historia que cuando Cristóbal Colón y Martín Alonso Pinzón regresaban a España para informar a los Reyes Católicos de su descubrimiento de un nuevo continente, un temporal a la altura de las Azores obligó a las dos embarcaciones que comandaban a separarse. Así, mientras Colón continuó hacia Cascais a bordo de la La Niña, Pizón puso rumbo sureste hacia la localidad gallega de Baiona. El 1 de marzo de 1493, la carabela atracaba en el puerto baionés cargado con los tesoros del Nuevo Mundo: oro, maíz, canela, yuca, chocolate, tabaco o algodón. La tripulación de La Pinta permaneció 10 días en la localidad pontevedresa y el 11 de marzo partió rumbo a Palos (Huelva), lugar desde el que había salido la expedición colombina.
Desde hace 23 años Baiona engalana sus calles empedradas para recordar este hecho histórico que situó a la localidad en el mapa. Durante el segundo fin de semana de marzo, la villa vive un viaje en el tiempo hasta el siglo XV. Las calles se decoran con coloridos estandartes y cientos de puestos ofrecen a los cerca de 30.000 visitantes productos de artesanía típicos de la época. Además, el programa también incluye a músicos, juglares y malabaristas que amenizan los paseos así como actividades de carácter cultural que van desde las conferencias de historia a los duelos medievales, pasando por las demostraciones de esgrima y de tiro con arco.
El plato fuerte de esta festividad es la recreación en la playa A Ribeira del relato de Pizón aquel 1 de marzo de 1493. Así, desde la réplica de La Pinta que se encuentra anclada en el puerto de Baiona durante todo el año, un grupo de navegantes se mete en la piel de los tripulantes de la carabela original y arriba a la playa a bordo de un bote.
Festa da Reconquista, Vigo
No hace falta moverse ni de provincia ni avanzar mucho en el calendario para asistir a la siguiente gran fiesta histórica. A principios del mes de abril la ciudad de Vigo celebra una de sus gestas más importantes, la conocida como Reconquista. El 28 de marzo de 1809 los vigueses lograron expulsar a las tropas napoleónicas gracias a un levantamiento popular liderado por el coronel Cachamuíña. Los militares franceses se vieron obligados a abandonar la ciudad olívica en barco y Vigo se convirtió en la primera localidad de toda Europa que consiguió hacer frente a Napoleón y a su ejército.
“Fiel, leal y valerosa”, tal y como la denominó Fernando VII, Vigo recrea cada año la Reconquista de sus calles. La zona vieja de la ciudad se llena de puestos de comida, bebida y productos artesanales de la época como si de un gran mercado del siglo XIX se tratase. La gente se disfraza de pescadores, marineros, campesinos, militares y franceses y el ambiente de fiesta se mantiene hasta bien entrada la noche.
Las recreaciones teatrales a pie de calle se posicionan como el gran atractivo de esta fiesta aunque el plato fuerte es la recreación del enfrentamiento entre los soldados del coronel Chalot y los vigueses que se lleva a cabo el domingo en la Porta do Sol. El derribo de la puerta de A Gamboa y la expulsión de los franceses en barco ponen el broche final a una celebración única.
Arde Lucus, Lugo
Hace 16 años que la ciudad amurallada de Lugo se convierte durante 3 días en la antigua e importante urbe romana Lucus Augusti. Aprovechando la increíble muralla romana, considerada como Patrimonio de la Humanidad desde el año 2000, la ciudad viaja hasta el siglo II con el objetivo de rememorar su fundación y su pasado de origen castreño y romano.
Durante estos tres días, todos los lugueses se vuelcan en una celebración que tiene por bandera mantener la máxima rigurosidad histórica. Así, todos los que participan en esta fiesta van perfectamente disfrazados e incluso cuentan con una moneda propia imprescindible para poder adquirir cualquier cosa en el Macellum, el mercado al aire libre que se mantiene abierto durante todo el fin de semana. Junto a él, y como reclamos turísticos, se encuentra el campamento romano, en el que gladiadores y legionarios conviven con diversas tribus castreñas; el circo, en el que se llevan a cabo las tradicionales peleas de gladiadores y el asentamiento galaico Trebas Galaicas, en el que se puede apreciar de primera mano el día a día de ese pueblo. Además, en los últimos años el Arde Lucus también ofrece a sus visitantes la posibilidad de realizar bodas y bautizos siguiendo los preceptos romanos y celtas.
La perfecta simbiosis entre fiesta lúdica y cultural le han valido al Arde Lucus el reconocimiento de Fiesta de Interés Turístico Nacional desde el año 2017.
Festa Castrexa, Burela
Con menos recorrido que las tres anteriores se encuentra la celebración castrexa de Burela, también en Lugo. En el mes de julio se celebra esta fiesta que recrea el pasado castreño de esta localidad marinera y que en 2018 se reestructuró para ofrecer a sus visitantes una fiesta de mayor originalidad. Así, el tradicional mercado se ha visto sustituido por la recreación de un castro en la Plaza da Mariña y un espacio en el que conviven los dos clanes en la Plaza del Concello. A mayores, los tres fines de semana anteriores a la celebración se lleva a cabo un “tapeo castrexo” en diferentes puntos de la localidad.
No se trata de una fiesta de tanto calado como otras de la provincia pero la organización trabaja para ir creciendo poco a poco.
Ribadeo Indiano, Ribadeo
Continuamos en la provincia de Lugo para asistir a una de las fiestas históricas con mayor proyección de Galicia. En el municipio de Ribadeo, y desde hace 5 años, cada mes de julio se celebra el conocido como Ribadeo Indiano, una festividad que tiene como objetivo poner en valor el legado que los emigrantes dejaron en estas tierras. A principios del siglo XX, fueron muchos los gallegos que emigraron a países como México, Argentina, Uruguai o Cuba. Desde allí enviaban dinero no solo a sus familias sino que también lo donaban para mejorar las infraestructuras de sus lugares de origen con la construcción de escuelas, lavaderos o cementerios. Cuando estos emigrantes “indianos” regresaron a Galicia, trajeron consigo parte de la cultura de los países en los que estuvieron asentados durante décadas. En Ribadeo, esa cultura se deja sentir sobre todo en la arquitectura, tanto doméstica como pública: colegios, casinos, cementerios, fuentes, iglesias, cines, etc. Es por ello por lo que esta celebración intenta reforzar esta imagen, señalizando aquellas construcciones que pertenecen a este estilo arquitectónico y creando diferentes recorridos para visitarlas.
Además, los participantes se visten con prendas propias de principios del siglo XX y se lleva a cabo un pequeño mercado indiano que recorre las calles de la localidad.
Asalto ao Castelo, Vimianzo
En A Coruña tiene lugar desde 1996 una fiesta que mezcla a partes iguales historia con actualidad. Según la propia organización, el Asalto ao Castelo no es una fiesta histórica sino que se trata de una celebración en la que se funde lo actual con la inspiración medieval de las Revueltas Irmandiñas.
Así, la parte histórica es la que tiene que ver con la recreación del asalto al castillo. En pleno siglo XV, el pueblo gallego harto de las injusticias a las que se ve sometido por las familias nobles decide rebelarse contra sus opresores. Así comienza la conocida como la Gran Guerra Irmandiña, que llevó al campesinado gallego a asaltar las fortalezas de los nobles. En Vimianzo, la familia Moscoso no se dejará amilanar con facilidad y a los campesinos no les queda más remedio que asaltar el castillo en el que viven. La recreación de este suceso termina con una tradicional batalla de globos de agua en el el foso del castillo y el derribo de la puerta de la fortaleza.
Además de esta recreación, algunos de los locales de Vimianzo participan en el conocido como concurso de Pinchos Irmandiños, elaboraciones que no pueden contar con ingredientes que no existiesen en la Galicia medieval. A esta cita gastronómica se le une la Cena Medieval que se lleva a cabo en el foso del castillo y para la cual se necesita entrada (suelen acabarse muy pronto) e ir vestido de época.
Festa da Istoria, Ribadavia
Si hay una fiesta histórica de referencia en Galicia, esa es la Festa da Istoria de Ribadavia, en Ourense. Declarada de Interés Turístico Nacional, esta celebración tiene lugar el último fin de semana de agosto y reúne a miles de personas llegadas desde diferentes puntos no solo de Galicia sino también de España. Aunque las actividades comienzan el viernes por la tarde, el día fuerte es el sábado. Por la mañana el Banco Alhóndiga abre sus puertas para que todos los visitantes cambien su dinero en euros a marevedíes, la moneda medieval oficial de la fiesta. Hacer este cambio es necesario si queremos comprar algo en los diversos puestos del gran mercado medieval de la Alameda que solo aceptan marevedíes como pago. Además, durante las primeras horas de la mañana también se lleva a cabo el desfile medieval que finaliza con la lectura del pregón en el Castillo. Ya por la tarde, tiene lugar el baile medieval y la tradicional representación de una boda judía (Ribadavia tuvo un gran núcleo de población judía) que es seguida por cientos de personas, tanto en la ceremonia en la Iglesia de Oliveira, como en el recorrido que la comitiva nupcial realiza por las calles del casco antiguo.
Los torneos medievales también se llevan a cabo en la tarde del sábado pero para asistir a ellos hay que desplazarse hasta el Campo do Xestal, algo alejado del núcleo urbano.
Por la noche y el domingo la fiesta continúa con diferentes agrupaciones musicales que vestidas de época recorren el casco histórico de Ribadavia.
Feira Franca, Pontevedra
Los gallegos saben que el verano ha llegado a su fin cuando la celebración de la Feira Franca se acerca. El primer fin de semana de septiembre la ciudad de Pontevedra conmemora el privilegio que el rey Enrique IV le concedió en 1467 a la que por aquel entonces era la principal población de Galicia: un mes de mercado libre de impuestos, 15 días antes y 15 días después del 24 de agosto.
La feria parte de la Plaza de la Herrería como centro neurálgico y se extiende por toda la zona monumental de la ciudad. Los puestos de artesanía se dan la mano con los de oficios y los que ofrecen a los visitantes comidas y bebidas que nos trasladan a tiempos pasados.
La plaza de toros, por su parte, acoge el gran espectáculo de la festividad: el torneo medieval. Una ubicación privilegiada que permite a los pontevedreses y a los turistas disfrutar de una jornada medieval inigualable.
A todas estas fiestas debemos añadirle la Festa do Esquecemento de Xinzo de Limia, la Romería Vikinga de Catoira o la Feira Franca de Betanzos. No hay excusas que valgan, ¡viajar al pasado nunca había sido tan sencillo!